Al escuchar y leer cada una de las historias, encontré algo en común en casi todas, y es que el fútbol fue la herramienta para obtener nuevos frutos en su vida y así mismo, inspirar a otros.

Deja entonces de ser “solo un deporte” y comienza a ser una herramienta que brinda cualidades, que te ayuda a crecer y te estira, tal como un árbol cuando crece. En el caso de la obra el balón es como una naranja que de su jugo sale el agua para hacer crecer esta planta. Esta hace referencia al proyecto de vida de cada persona de la fundación, cada corazón que confía en su sueño. Ella crece para lo alto así como ellos quieren crecer, pero también le permite dar frutos para que otros, los vean y quizás, saboreen, para servir de inspiración a otros que también quieren jugar y dar frutos.