Cuando duermes puedo pasar horas contemplándote, mirando tus labios, tus pestañas, tu piel siempre suave y tibia, tu nariz que para mi es la más hermosa del mundo y tu respiración profunda y calmada que me da una tranquilidad casi poética para olvidarme del caos de la ciudad.
Acompañarnos y cuidarnos en el camino.
Lamernos hasta sanar las heridas.
Desearnos y recorrernos la piel.
Cuando duermes puedo pasar horas contemplándote, mirando tus labios, tus pestañas, tu piel siempre suave y tibia, tu nariz que para mi es la más hermosa del mundo y tu respiración profunda y calmada que me da una tranquilidad casi poética para olvidarme del caos de la ciudad.
Acompañarnos y cuidarnos en el camino.
Lamernos hasta sanar las heridas.
Desearnos y recorrernos la piel.